César Martín Bueno es un apasionado de lo rural y de la ecología. Estas motivaciones lo llevaron a fundar la empresa Islas de Corcho Natural, que se dedica a la depuración de agua y renaturalización de espacios. 

A través de la incorporación de un producto natural como el corcho a las islas flotantes, mejoran la calidad de las aguas mediante el cultivo de plantas acuáticas, fomentando la creación y vida de biodiversidad. Gracias a la incorporación del corcho, las islas flotantes han mejorado el problema de la poca durabilidad de estas islas. 

Cuentan, desde hace 25 años, con un vivero dedicado al cultivo de plantas para la restauración forestal y hace 14 años aproximadamente comenzaron a producir plantas acuáticas para depuración de aguas residuales. Hoy cultivan más de 100 especies para darle vida a este proyecto. 

Pregunta (P): ¿En qué consiste el proyecto Islas de Corcho Natural? 

Respuesta (R): Mejoramos la calidad de las aguas y fomentamos la creación y vida de biodiversidad utilizando un producto natural como es el corcho, incorporándose a las islas flotantes.

Las islas flotantes llevan años en el mercado y son un sistema que ayuda a la depuración de las aguas mediante el cultivo de plantas acuáticas en la estructura flotante (en nuestro caso, la mayoría son tifas). De esta forma, las especies tienen los nutrientes necesarios para desarrollarse al mismo tiempo que limpian el agua. 

P: ¿Cómo empezó todo? 

R: Este proyecto surge porque desde hace más de 25 años tenemos un vivero dedicado al cultivo de plantas para la restauración forestal y hace 14 años aproximadamente comenzamos a producir plantas acuáticas para depuración de aguas residuales. A día de hoy…¡cultivamos más de 100 especies para darle vida a este proyecto!

También producimos alcornoque y vimos que el corcho podía resolver el problema que había con las islas flotantes del mercado (poca durabilidad consecuencia de la fauna que se instala en las estructuras). Con el corcho no ocurre esto, digamos que es indestructible para la fauna y es un producto que siempre se ha utilizado en el agua por su durabilidad (en boyas y redes de pescadores…) y por eso llegamos a la idea de crear islas flotantes con corcho natural. 

P: ¿Qué son las islas de corcho natural? 

R: Son sistemas basados en un producto natural como el corcho para crear biodiversidad y mejorar la calidad de las aguas. Además, nuestros productos se sustentan en los principios de la economía circular ya que utilizamos el corcho que no es válido en la industria vinícola y que de otra forma, acabarían siendo residuos.  

En la plataforma flotante de corcho trasladamos estas plantas acuáticas que ayudan a depurar las aguas. Este sistema lo patentamos en 2020 y creamos esta empresa donde somos 3 socios (2 productores de corcho certificado y nosotros/as productores de plantas). 

P: ¿Qué valor ambiental aportan a los ecosistemas y a la biodiversidad? 

R: Con las islas flotantes de corcho creamos espacios de biodiversidad para la fauna presente (anfibios por ejemplo), mejoramos la calidad del agua porque las plantas acuáticas oxigenan, actúan como sumideros de carbono e incluso pueden funcionar como aporte forrajero en ganadería, aportando un gran valor proteico a los animales,

Además, le damos valor a un producto residual aportándole un uso diferente y ampliando su ciclo de vida. 

P: ¿Cuál es el valor social que aporta vuestro proyecto? 

R: Estamos enclavados en un municipio de cerca de 600 habitantes, por lo que podemos decir que luchamos contra la despoblación rural, ya que creamos mano de obra de forma indirecta. Además, en nuestra plantilla hay bastantes mujeres, los sectores no deberían entender de géneros.  

P: ¿Dónde podemos encontrar estas islas de corcho naturales?

R: Por suerte, ¡en multitud de espacios! Nuestras islas de corcho están en campos de golf en varias ciudades (Madrid, Marbella, Murcia, Vitoria, Valencia…), en humedales de la Comunidad de Madrid, en ámbitos urbanos (estanques de parques…), en piscinas naturales, en ríos, en dehesas boyales municipales de la Junta de Extremadura, en tanques de riego o en charcas del sector agropecuario. 

Además, colaboramos con varias fundaciones ambientales (Fundación Global Nature y WWF/ADENA instalando nuestras islas en estanques de riego y fincas de agricultura ecológica.  

P: ¿Por qué decidiste crear una empresa relacionada con la restauración ecológica? 

R: Nuestra motivación siempre fue recuperar todas las especies que se desarrollan en estanques, ríos, humedales de la península. Hasta ahora hemos conseguido cultivar más de 100 especies.

Además, nos gusta colaborar en proyectos de investigación, como el que tenemos con la Universidad de Burgos que estudia la asimilación de metales pesados por parte de diversos microorganismos o con la Facultad de Agronomía de la Universidad Politécnica de Madrid para el desarrollo de filtros verdes. 

P: ¿Consideras que la sociedad española está concienciada sobre la importancia de cuidar y preservar nuestros ecosistemas y en particular los de agua dulce? 

R: Hasta ahora creo que la sociedad se ha despreocupado totalmente de la degradación de nuestros ecosistemas y en particular de los ríos. Sin embargo, pienso que poco a poco hay más personas concienciadas en la importancia de recuperar ecosistemas que la humanidad destruye desde hace décadas.

Sin ir más lejos, nuestro sistema favorece la labor de recuperación de humedales y ríos creando un espacio de riqueza faunística.  

P: Como emprendedor que ha sacado adelante su proyecto, ¿crees que el sector del emprendimiento de la restauración ecológica va por buen camino? ¿Cambiarías algo? 

R: Creo que cada vez hay más preocupación social por el medio ambiente en general, pero veo un gran cuello de botella en la capacidad para crear empresas y proyectos. Pienso que las dificultades son grandes y eso influye en la falta de motivación de las nuevas generaciones para emprender. 

P: Si tuvieras que dar algún consejo a futuros emprendedores/as que quieran introducirse en la en la restauración ecológica e infraestructura verde, ¿qué les dirías? 

R: A día de hoy el medio rural ofrece muchas más posibilidades que hace 30 años y por eso les animaría a ser valientes y poco conformistas, siempre y cuando sus circunstancias personales se lo permitan.