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BARRUNTA SENTIDOS

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Juan Carlos Herrero/ Co-gerente de Barrunta Sentidos

 "Una solución transversal a la agroecología"

  

¿A qué se dedica tu empresa?

A la comercialización de productos agroecológicos, la formación y asesoramiento de agricultores ecológicos y la sensibilización y promoción social de la agroecología.


¿Qué cargo desempeñas en ella?

Co-gerente. Somos 3 personas. Yo llevo la parte comercial, administrativa y publicitaria. Elena, ingeniera agrícola, comparte las labores comerciales con las de formación y asesoramiento y Axel, ingeniero agrónomo, se encarga de la producción, asesoramiento y formación.


¿Cuál es el objetivo de la empresa?

Dignificar el trabajo del agricultor y valorarlo. La agricultura convencional no sólo ha menoscabado nuestros suelos y convertido nuestra alimentación en un "deporte de riesgo" sino que, esencialmente, ha destruido la agricultura tradicional y sus valores sociales, culturales y económicos. Nuestro objetivo es recuperar todos aquellos conocimientos que convirtieron  la agricultura en una ciencia más y al agricultor en un activo esencial de nuestra estructura social, y ponerlos al servicio de una nueva forma, nueva aunque sea basada en la más ancestral y tradicional, de entender la sociedad, en la que la producción de alimentos respeta el medio ambiente, para garantizarle su continuidad.


¿Cuál es el mayor impacto social y ambiental que tiene su empresa?

Socialmente intentamos que pequeños agricultores minifundistas puedan encontrar rentabilidad a sus terrenos y producciones sin acarrear un encarecimiento desmesurado para el consumidor, buscando ese equilibrio en la eliminación de intermediarios, costes de transporte y de distribución. Además garantizamos una alimentación saludable a nuestros clientes, exenta de productos químicos, y basada en variedades locales y de temporada, los que mejor se adaptan a nuestras necesidades. Además garantiza la perfecta conservación de nuestro entorno al no agredirlo con productos de síntesis.

 

Además refuerza la economía local al establecer un circuito corto de comercialización que permite una mejor distribución de la riqueza y evita la innecesaria fuga de capital, promueve la conciencia social y establece vínculos personales mucho más cercanos.


¿Cómo surgió la idea de negocio? ¿Cómo fue el proceso de creación de la empresa? ¿Con qué infraestructura arrancaste la empresa?

La idea surge ante la necesidad de dar solución a dos problemas que en principio parecían independientes. Llevábamos varios años trabajando, desde colectivos sociales, en la concienciación de usuarios y la formación de agricultores en agroecología. Los campesinos se encontraban con un doble problema, las dificultades del cambio de manejo, y la falta de información ofrecida por las administraciones cercanas, por un lado, y las dificultades de la comercialización, al plantear un producto fuera de las líneas habituales de distribución. 

Mientras, los usuarios se encontraban con la problemático de acceso a un mercado ecológico cercano y económico.

Nosotros podíamos dar una solución transversal, así que organizamos una cooperativa a los agricultores que se habían interesado en nuestra formación, pequeños productores de las sierras del norte de Extremadura, y comenzamos a distribuir sus alimentos, sin intermediarios.

 

La de la empresa se convierte un reto porque no contamos con ninguna infraestructura, ni respaldo económico inicial, y todas las inversiones que se realizan se tienen que amortizar con el pequeño margen que los agricultores destinan a la puesta en marcha de la cooperativa y con los beneficios que se obtienen de las labores de formación, asesoramiento, organización de eventos... en resumen,  diversificando las labores agrarias para garantizar un pequeño beneficio reinvertido en las estructuras necesarias.

 
¿Cuáles fueron tus fuentes de financiación al emprender el negocio? ¿Contaste con algún apoyo o aval? ¿Recibiste algún tipo de subvención?

Los inicios fueron duros. No contábamos con apenas fondos propios y no tuvimos ningún tipo de ayuda, por lo que hubo que aprovechar al máximo los pocos recursos que teníamos. Hubo que capitalizar el subsidio de desempleo de una de las socias, recurrir a familiares, invertir la pequeña subvención que da la Junta para la conversión de desempleados en autónomos y, sobre todo, aprender a vivir del aire. El principio es difícil y más si se hace sin un colchón económico que te respalde como era nuestro caso, y aún seguimos invirtiendo sin beneficios, pero la progresión nos avala para confiar en el proyecto y mantener la ilusión.


¿Cuáles son los logros obtenidos hasta ahora?

Posiblemente el mayor logro es mantenernos vivos y que dos años después contemos con un establecimiento abierto en Plasencia y una red de distribución a través de internet, exigua pero consolidada. En estos 24 meses hemos celebrado numerosos cursos y jornadas y nos hemos ganado el respeto de la comunidad agrícola del norte de Extremadura y de las distintas asociaciones y administraciones con las que hemos trabajado.


¿Qué necesitarías para que vuestro proyecto sea un completo éxito?

Nuestro propósito es consolidar el proyecto y poder vivir dignamente de él, con la seguridad y tranquilidad de que no estamos haciendo algo exclusivamente para nosotros, sino para la sociedad. El éxito del mismo iría ligado al éxito de una forma distinta de entender la sociedad, de modo que los consumidores busquen un producto local, de temporada, libre de pesticidas y químicos de síntesis, saludables y que reviertan en la economía cercana y que el desarrollo de nuestros pueblos pasen por poder convertir de nuevo sus tierras en su fuente de ingresos. Esto, por supuesto, no tiene que significar cerrarse a localismos, podemos entrar en un mercado exterior, a través de la venta de nuestros productos, como la cereza, el aceite o el vino, o a través de la transformación y creación de conservas, pero todo dentro de unos órdenes de equidad.



¿Cómo ha evolucionado con el paso del tiempo? ¿Os habéis tenido que reinventar?

En una situación como la nuestra prácticamente te tienes que reinventar cada día. Diariamente surgen inconvenientes que te obligan a abrir nuevas líneas de actuación. Surgen mil trabas que te hacen ir poniendo parches diarios y que transforman tu forma de trabajar permanentemente.

La experiencia te lleva a ser, sobre todo, cada día más organizado y previsor  y a centrarte en aquellas cosas que realmente puedes abarcar.


¿Qué oportunidades presenta para el emprendedor este sector de actividad?

Supongo que principalmente la realización personal y una cuestión de conciencia. Aparte, y desde el punto de vista meramente empresarial, posiblemente sea un sector emergente, con poca competencia y un amplio abanico de posibilidades, pero es necesaria todavía una gran concienciación social para poder convertirlo realmente en un sector rentable.

 

 ¿Cuál es la situación España de este sector?

En las grandes ciudades existe una mayor concienciación, y por tanto una mayor demanda del producto ecológico, pero, por consiguiente también hay una mayor competencia y cada día son más las grandes cadenas que lo contemplan en su oferta. En las zonas rurales la concienciación es menor, por eso es necesario diversificar y contar con profesionales para la comercialización y para la formación y asesoría. Quizás ahí esté el punto fuerte.


¿Existe suficiente demanda en tu sector? ¿Quiénes son tus clientes?

Si nos reducimos exclusivamente a nuestra zona y al consumidor final es claro que no. No habría suficiente demanda para poder subsistir, por eso hay que abrir otras vías de distribución y nuevas alternativas. Nuestros clientes son personas de nuestro entorno preocupadas por su alimentación, concienciadas con el progreso de la economía local, pero también agricultores que quieren hacer bien su trabajo y recuperar las costumbres más tradicionales, turistas que quieren buscar una forma alternativa de viajar y profesionales que quieren aumentar sus conocimientos...


¿Qué crees que puede aportar el trabajo en red a tu empresa?

El trabajo en red es imprescindible para desarrollar nuestro proyecto. El agricultor debe estar íntimamente vinculado con el consumidor, pero también con el técnico, el sanitario, los agentes locales, técnicos y políticos, para reforzar el sistema. Para ello debe existir una interactividad y contacto permanente y generar las estructuras que lo permitan. Hemos puesto a su disposición tres páginas web, www.barruntasentidos.com, www.crysopa.org y www.ambrosialavida.com y varias redes sociales, permanentemente atendidas, que permiten esa correlación.


¿Qué consejos darías a un emprendedor que comienza?

Sobre todo que confíe en su proyecto. Que no busque resultados inmediatos  y que su principal motivación no sea la económica, al menos a corto plazo, sino que le aporte algún tipo de realización personal. Luego que sea constante, perseverante, y que mantenga siempre la ilusión. Que cuente con su entorno y se plantee retos que reviertan en el mismo.

  

Perfil de Barrunta Sentidos en la Red emprendeverde

 

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