Judith Bilbao I Socia trabajadora y administradora de Azoteas Vivas
“Azoteas Vivas, una iniciativa para convertir los edificios de las ciudades en espacios verdes y vivos”
La reconversión de espacios no aprovechados en los edificios en espacios verdes, vivos y energéticamente eficientes es a lo que se dedica Azoteas Vivas. Una empresa que nace en el año 2011, tras recibir los promotores de la idea el primer premio del concurso Big Bang Challengue.
La construcción sostenible, la ingeniería y la educación ambiental son las tres líneas de negocio de una empresa que tiene como objetivo “propone ruralizar las urbes y generar un cambio cultural y social mediante programas y planes de educación ambiental y actividades de educación en el tiempo libre, gracias a la instalación de huertos urbanos y espacios sociales verdes en azoteas, patios y terrazas”, explica Judith Bilbao Rodríguez, una de los administradores y socio de la empresa, que es ingeniera química y del medio ambiente y cuenta con experiencia como docente.
El producto más demandado por los clientes de Azoteas Vivas son los maceteros y los jardines verticales a partir de palets reciclados. “Aun así, poco a poco estamos introduciendo el mobiliario palet dentro de nuestra clientela”, comenta.
Judith termina animando a los futuros emprendedores a que se animen a poner en marcha su negocio. “Les aconsejo que no se lo piensen mucho y que abran la empresa. Es una manera de aprender a hacer cosas nuevas, de tratar con gente nueva y de ponerte a prueba”, concluye.
¿Qué es Azoteas Vivas y a qué se dedica?
Azoteas Vivas nace con la pretensión de promover la reconversión de espacios no aprovechados en los edificios, como son las azoteas, en espacios más saludables y llenos de vida, favoreciendo no sólo beneficios medioambientales sino también sociales. Por lo tanto, Azoteas Vivas da solución al problema de la escasez de suelo en las ciudades, transformando las azoteas en espacios verdes, vivos y energéticamente eficientes.
¿Cuándo nace la empresa?
Azoteas Vivas S.L. nace en el año 2011, cuando es galardonada con el primer premio del concurso Big Bang Challenge, organizado por Astra Zéneca y Forética, a la mejor idea empresarial de carácter medioambiental y social. El premio consistía en una dotación de 18.000 euros para la puesta en marcha del proyecto empresarial.
¿Cuáles son vuestras líneas de negocio?
La línea de negocio 1 es la construcción sostenible. Esta línea se dedica en exclusiva a la fase de construcción y obra civil bajo criterios de arquitectura sostenible. El principal producto son las azoteas verdes, cubiertas y fachadas vegetales, jardines verticales, espacios sociales en azoteas, etc.
La línea de negocio 2 es ingeniería ambiental e I+D. Se ocupa del asesoramiento y la elaboración de proyectos, estudios, diagnósticos, auditorias, certificaciones, etc. de índole técnico y además se encarga de investigar y desarrollar proyectos mejorados e innovadores.
Por último, la línea de negocio 3 es educación ambiental. Una línea estratégica innovadora y pionera que se encargará del desarrollo de proyectos sociales integrados en las obras civiles llevadas a cabo y de la promoción de la educación ambiental mediante la impartición de cursos, seminarios o jornadas y mediante la dinamización de actividades de tiempo libre.
¿Qué objetivo se ha marcado Azoteas Vivas?
Azoteas Vivas se propone ruralizar las urbes, acercando el medio rural al medio urbano, y generar un cambio cultural y generacional en la sociedad mediante programas y planes de educación ambiental y actividades de educación en el tiempo libre en diferentes sectores y grupos de la sociedad, a través de la instalación de huertos urbanos y espacios sociales verdes en azoteas, patios y terrazas.
¿Cómo surge la idea de crear la empresa?
Parte del equipo de Azoteas Vivas ya soñaba con anterioridad con crear su propio negocio: Tanto Felipe Blanco como yo, a través de Lan Ekintza Bilbao, la agencia de desarrollo local del Ayuntamiento de Bilbao, y dada nuestra situación de desempleo, nos formamos en un curso de creación de empresas y desarrollamos un plan de negocio para poner en marcha una academia de clases particulares a domicilio de carácter científico-tecnológico. Ambos socios intentábamos crear algo basado en nuestra inquietud laboral compartida: la docencia.
Gracias a este curso, Felipe pudo hacer unas prácticas en el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bilbao, donde conoció a Laura Barragués y compartieron la idea de crear un negocio propio basado en las azoteas verdes y su posibilidad de integración a nivel social y educacional. Al conocer la existencia del concurso Big Bang Challenge 2011, Laura y Felipe decidieron presentarse y contar conmigo para ello, dada mi experiencia en proyectos educativos y medioambientales de Agenda 21 Escolar. Con todo esto, decidimos dar un enfoque más social al proyecto, creando huertas escolares donde pudieran participar todos los estamentos de un centro educativo.
Una vez ganado el premio y vistas las necesidades arquitectónicas del proyecto, decidimos contar con otro amigo, esta vez formado en la rama de arquitectura, Andoni Aroz, para la puesta en marcha del negocio.
¿Qué cargos ocupáis en la empresa?
Los cuatro socios de la empresa hemos sido los encargados de poner en marcha la iniciativa. Actualmente, Andoni y yo somos los administradores y socios trabajadores de la empresa. Dado que Felipe y Laura cuentan con un trabajo por cuenta ajena no trabajan a tiempo completo en Azoteas Vivas, pero colaboran activamente con nosotros.
¿Cuál es el mayor impacto social y ambiental de la empresa?
Daremos solución al problema de la escasez de suelo en las ciudades, transformando las azoteas en espacios verdes, vivos y energéticamente eficientes. Con ello se logran las siguientes mejoras:
- Beneficios económicos inmobiliarios, como el ahorro de costes en energía debido a un aumento en el aislamiento del tejado, una mejor protección de su membrana protectora que extiende su vida útil y, finalmente, un mejor aislamiento acústico. Con todo esto, aumentaría el valor de la propiedad.
- Mejoras en la calidad del aire debido a la reducción de óxidos de nitrógeno, COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles) y materia particulada por acción de las plantas.
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, debido al ahorro de energía en los edificios, aumentado el potencial de adaptación a los impactos negativos del cambio climático.
- Nuevas oportunidades de empleo para una amplia gama de profesionales, incluyendo proveedores y fabricantes de membranas protectoras para tejados y productos relacionados con esta tecnología, así como profesionales obreros, de diseño e ingeniería.
- Beneficios sociales, tales como la mejora de la estética urbana, mejoras en la salud (por ejemplo, mediante terapia hortícola, entre otros) y mejora de la seguridad, así como la creación de otras oportunidades de recreo.
¿Con qué infraestructura arrancasteis la empresa?
Inicialmente contábamos únicamente con el importe del premio Big Bang Challenge otorgado por Forética, así que nos pusimos en contacto con el vivero de empresas de la UPV-EHU para entrar a formar parte de la cantera de emprendedores. Gracias a ellos, pudimos entrar en la misma y disponer de un taller en el que trabajar a un precio muy competitivo, además de ayuda a la hora de dar los primeros pasos en el mundo empresarial. También cabe destacar la labor de la Cámara de Comercio de Bilbao, donde se nos prestó mucha ayuda a la hora de realizar toda la burocracia relativa a la apertura de la sociedad.
Por otro lado, y para la realización del plan de negocio, participé en unas sesiones online de la Red Emprendeverde, además de recibir ayuda de Lan Ekintza Bilbao.
¿Cuáles fueron vuestras fuentes de financiación al emprender el negocio?
Toda nuestra financiación ha salido del premio Big Bang Challenge 2011, que nos concedió 18.000 euros para la puesta en marcha de la empresa. No disponemos actualmente de más financiación.
¿Contasteis con algún tipo de subvención?
En el año 2012 se nos otorgó una subvención por parte de la Diputación Foral de Bizkaia para la compra de material informático.
¿Cuáles son los logros obtenidos hasta ahora?
Gracias al Programa Agenda 21 Escolar subvencionado por el Ayuntamiento de Bilbao y nuestra colaboración con el área de Medio Ambiente del mismo, hemos podido realizar una experiencia piloto dos años consecutivos en el IES Txurdinaga Behekoa de Bilbao. Con las subvenciones otorgadas en este centro, hemos podido llevar a cabo una obra en su azotea, vallándola e instalando una serie de maceteros realizados a partir de materiales reciclados. Asimismo, realizamos un estudio exhaustivo en el centro, donde calculamos sus emisiones de CO2 equivalente, así como su huella ecológica.
Esperamos que esta experiencia piloto sea una actividad pionera en Bilbao que desencadene un efecto contagio en el resto de los colegios y centros educativos de la ciudad y así poder desarrollar una red de huertas urbanas escolares en azoteas.
Por otro lado, hemos realizado obras de carácter privado en domicilios tanto de Bilbao como de Getxo.
¿Cuál es el producto que más demandan vuestros clientes?
Por ahora, el producto más demandado han sido los maceteros y los jardines verticales a partir de palets reciclados. Aun así, poco a poco estamos introduciendo el mobiliario palet dentro de nuestra clientela.
¿En qué proyectos estáis inmersos en estos momentos?
Actualmente estamos llevando a cabo otra obra en el IES Txurdinaga Behekoa, también subvencionada por el Ayuntamiento de Bilbao mediante el programa Agenda 21 Escolar, para la instalación de un sistema de recogida de aguas pluviales así como de una compostadora en el huerto de la azotea creada anteriormente.
La idea principal es que el IES Txurdinaga Behekoa pueda reutilizar sus residuos de comedor y de siembra para fabricar compost que puedan utilizar en el huerto. De esta manera, la experiencia con el alumnado no se centrará únicamente en la plantación y la siembra, sino que, además, aprenderán a reciclar residuos y aprovechar el agua de lluvia.
Por último, se instalarán una serie de elementos decorativos realizados a partir de palets reciclados y rehabilitados para su uso en la azotea (bancos, jardines verticales, etc).
¿Qué oportunidades presenta para el emprendedor el sector de actividad al que os dedicáis?
El primer hito destacable es la práctica inexistencia de proyectos de esta índole. Actualmente se está comenzando a desarrollar más ampliamente la tecnología de "azoteas y muros verdes" pero, aun así, encontramos exiguos ejemplos de su aplicación.
Por otro lado, pocas empresas muestran una sinergia entre el servicio ofrecido, puramente arquitectónico o ambiental, y el gran potencial social y educativo contenido en este tipo de proyectos yendo un paso más allá mediante su aplicación con fines sociales: huertos terapéuticos en geriátricos u hospitales, educativos en escuelas e institutos o simplemente sociales en comunidades de vecinos. Es precisamente en este punto donde se diferencia nuestra empresa del resto.
Otro valor añadido es la utilización de materiales reciclados para la realización de mesas de cultivo o mobiliario de exterior, ya sea mediante palets o madera industrial reutilizada.
¿Cuál es la situación en España del sector?
Dado que en España esta técnica aún está en pleno proceso de desarrollo, no encontramos muchas empresas dedicadas a ofrecer este tipo de servicio. Aun así, el potencial es muy alto, especialmente en las áreas urbanas, dada las ventajas que introducirían en relación con el aislamiento térmico y acústico de las viviendas, así como las mejoras en la calidad del aire de la ciudad.
¿Hay suficiente demanda de vuestro producto?
La venta de nuestro producto es una labor difícil debido a las distintas barreras que nos encontramos:
- Falta de conocimiento y conciencia. Aunque son muchas las ventajas cualitativas y cuantitativas ofrecidas por esta tecnología, aún no se conoce el desarrollo de la misma a nivel industrial, municipal o por parte del público en general.
- Falta de incentivos. Tanto a nivel estatal como autonómico, no existe ningún gobierno que ofrezca incentivos de apoyo a la difusión de esta tecnología, a pesar de la gran cantidad de beneficios probados que ofrece, tanto en el ámbito público como privado.
- Barreras económicas. Necesidad de mayor información para comprender tanto los costes como los beneficios de estas tecnologías en diferentes aplicaciones. El mercado actual no reconoce muchos de estos beneficios.
- Cuestiones técnicas y riesgos asociados a la incertidumbre. Este tipo de barreras cubren un amplio espectro: falta de productos especializados en el mercado, pocos ejemplos respecto a la tecnología de implantación, normas técnicas de la industria de los techos verdes, es decir, que no existen normas en los códigos de construcción.
Todas estas barreras expuestas han dado lugar a un fallo del mercado español a adoptar estas tecnologías, que, por otra parte, están muy bien establecidas en muchos países de Europa. De todas maneras, gracias al Ayuntamiento de Bilbao, hemos podido empezar a concienciar en estas tecnologías, sobre todo, entre los más pequeños.
¿Qué necesitarías para que vuestro proyecto se consolide?
Para que nuestro proyecto se consolide debemos lograr una formación continua específica para desarrollar mejores productos y servicios o para ampliar las habilidades y capacidades para trabajar en equipo, innovar y desarrollar estrategias de mercado. Nos gustaría poder desarrollar un departamento I+D con mayores recursos donde mejorar continuamente los productos y servicios, nacionalizar e incluso internacionalizar la empresa.
La piedra angular sería obtener financiación privada con el fin de asumir obras de mayor envergadura, así como aumentar el número de contrataciones.
¿Os habéis tenido que reinventar desde que empezasteis?
Sí, desde que empezamos con la idea inicial de huertos en azoteas y terrazas nos hemos reinventado en distintos aspectos, ya sea en la elaboración de mobiliario reciclado mediante palets, como en la entrada en la red de la certificación energética de edificios. Para esto último, Andoni y yo nos hemos tenido que formar mediante la realización de cursos.
¿Qué crees que puede aportar el trabajo en red a tu empresa?
Por supuesto es algo muy beneficioso, y una buena manera de ponernos en contacto con clientes, posibles inversores e incluso otros emprendedores.
¿Qué consejos darías a un emprendedor que comienza?
Que no se lo piensen mucho y que abran la empresa. Es una manera de aprender a hacer cosas nuevas, de tratar con gente nueva y de ponerte a prueba. Una empresa no hay que abrirla únicamente para ganar dinero o como última salida, si no estás motivado, tirarás la toalla cuando encuentres la primera piedra en el camino.
Probablemente no acabarás vendiendo lo que quieres, sino lo que la gente quiere comprar. Y, por supuesto, sale uno de cada 30 proyectos que presentas, así que prepárate para trabajar duro.
Azoteas Vivas participo en la Primera Edición de los Premios Red emprendeverde y participo en un asesoramiento en el marco de esta edición.
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