Jordi Llauradó I Director gerente de La Tavella
“La Tavella, productos ecológicos con un claro compromiso social”
La Tavella es una empresa que comercializa productos de alimentación ecológica con un plus añadido: muchos de sus trabajadores son personas con discapacidad intelectual o trastorno mental severo. Su director gerente, Jordi Llauradó Vidilla, licenciado en Administración y Dirección de Empresas con especialidad en finanzas y con una dilatada experiencia en publicidad, se embarcó en 2011 en esta iniciativa, tras entrar en el año 2007 a trabajar en el sector social.
La empresa es el ejemplo de que una iniciativa empresarial puede estar comprometida socialmente y ser al mismo tiempo rentable. Así, Jordi comenta que “hemos pasado de vender 250 cestas al mes en marzo de 2011 a 1.000 en enero de este año”.
La Tavella ha recibido el respaldo de Momentum Project, el programa de BBVA y ESADE de apoyo al emprendimiento social. “Nos han ayudado financieramente, pero lo principal para nosotros ha sido el apoyo dado en la elaboración de un plan de negocio realista y ajustado al mercado”, explica.
Un plan de negocio que les ha permitido consolidar 14 puestos de trabajo, 11 de los cuales están ocupados por personas con discapacidad. “Estamos comprometidos con las personas, creando trabajo para colectivos vulnerables y con el entorno, gracias a la producción ecológica de lo que vendemos”, recalca Jordi.
¿A qué se dedica La Tavella?
Nos dedicamos a crear puestos de trabajo sostenibles para personas con discapacidad intelectual y/o trastorno mental severo. Y para ello nuestro instrumento es la producción y venta online de fruta, verdura, huevos y otros alimentos ecológicos.
¿Qué productos comercializáis?
Fruta, verdura, carne, huevos, pan, leche, etc. Empezamos con la verdura de producción propia y con el tiempo hemos ido evolucionando hasta convertirnos en un pequeño supermercado online de productos ecológicos en el que puedes hacer la compra casi completa.
¿Cuál es tu puesto en la empresa?
Director gerente.
¿Qué te llevó a la venta de productos hortofrutícolas y ecológicos?
El ver que era un mercado con un fuerte crecimiento y que la agricultura y la industria alimentaria en general tiene un índice de ocupabilidad muy alto en relación a las personas con discapacidad.
¿Con qué fuentes de financiación contaste al emprender el negocio?
Con las aportaciones de las dos entidades promotoras, ambas sin ánimo de lucro y con amplia trayectoria en el sector de la discapacidad. Y con dos préstamos participativos, uno de Momentum Project y otro de la Fundació Catalunya La Pedrera.
Momentum Project os ha apoyado en uno de sus últimos programas. ¿Qué ha supuesto ese respaldo para vosotros?
Nos ha ayudado financieramente, pero lo principal ha sido el apoyo en la elaboración de un plan de negocio realista y ajustado al mercado.
¿Se puede ser sostenible, estar comprometido socialmente en una iniciativa empresarial y que la misma resulte económicamente rentable?
La combinación es posible, y si se consigue es imbatible. Nuestro actividad persigue cuatro compromisos: con las personas (creación de puestos de trabajo para colectivos vulnerables), con el entorno (producción ecológica), con el territorio (alianzas con otros productores) y con la tradición (recuperación de técnicas y variedades autóctonas de frutas y hortalizas).
¿Cómo fue el proceso de puesta en marcha de la empresa?
Definir circuitos de trabajo, conjuntar el equipo y acomodar cada perfil a labores que respondieran a sus capacidades ha sido lo más complejo. Nuestro origen era la jardinería y nos propusimos dar el salto a procesos de montaje, no ha sido nada fácil. De tener como cliente un ayuntamiento a tener 500 clientes todos diferentes, eso también ha sido un gran reto.
¿Con qué infraestructuras pusiste en marcha tu proyecto?
Junto a la nave de la que ya disponíamos construimos unas oficinas y habilitamos un espacio para la instalación de una cámara de conservación para fruta y verdura. Ahora estamos a punto de poner en marcha una línea de montaje de cestas y una nueva cámara, de menores dimensiones.
¿Cuáles son los logros obtenidos hasta ahora en tu trayectoria al frente de la empresa?
Pasar de 250 cestas al mes en marzo de 2011 a más de 1.000 en enero de 2014 y, como consecuencia, mantener los puestos de trabajo creados hasta la fecha.
¿Cuál es vuestro mayor impacto social y ambiental?
Consolidar 14 puestos de trabajo, 11 de ellos ocupados por personas con discapacidad, y poner en valor 10 hectáreas de fincas agrícolas abandonadas.
¿En dónde se produce las hortalizas y frutas que comercializáis?
Cerca de un 40% de promedio anual proviene de nuestras fincas, un total de 10 hectáreas certificadas radicadas en las comarcas barcelonesas del Vallès Oriental y Osona. El resto de la producción se obtiene en el resto de comarcas catalanas, salvo los plátanos.
¿Qué necesitarías para que el proyecto sea un completo éxito?
Mayor difusión. A cuanta más gente lleguemos más oportunidades tenemos de que prueben nuestros productos y de que repitan.
¿Qué oportunidades presenta para un emprendedor este sector de actividad?
El sector de la alimentación ecológica en sentido amplio es un sector emergente con importantes tasas de crecimiento.
¿Qué crees que puede aportar el trabajo en red a tu empresa?
Generar nuevas oportunidades de negocio y consolidar el crecimiento. Y una mayor eficiencia al compartir conocimientos, experiencias y recursos.
¿Qué consejos darías a un emprendedor que comienza?
Tener claro el por qué, el cómo será la consecuencia.
Perfil de Jordi Llauradó en la Red emprendeverde
El plazo para presentar candidaturas a la segunda edición de los #premiosredemprendeverde está abierto hasta el 24 de Febrero a las 14:30. Esta edición cuenta con una mención especial al emprendimiento social y verde “Momentum Project +Emprendeverde“, para destacar aquella iniciativa empresarial con un efecto positivo demostrado en la resolución de un determinado problema social y ambiental relevante.