04/11/2020
economía circular, materia orgánica, innovación sostenible, entomo agroindustrial
Con el objetivo de hacer frente al actual modelo de consumo que conlleva una gran generación de residuos, Diego Amores ha puesto en marcha Entomo AgroIndustrial. “El proyecto busca aportar una solución rentable y sostenible y con impacto social que permita crear un nuevo sector industrial alrededor de la gestión de los biorresiduos orgánicos”, subraya. Diego nos cuenta cómo ha creado un nuevo modo de mejorar el tratamiento del desperdicio con métodos industriales innovadores, como es la conversión de materia orgánica mediante insectos, en este caso, la mosca soldado negra.
¿Qué es Entomo AgroIndustrial?
Ofrecemos soluciones industriales para la valorización de biorresiduos usando insectos, nuestra tecnología es modulable, escalable y rentable.
Desde su puesta en marcha, el foco de actividad, tanto en el ámbito investigador como en el plano del desarrollo de productos y servicios dirigidos al mercado, se ha centrado en la valorización de biorresiduos transformándolos en productos de alto valor añadido mediante el empleo de insectos en instalaciones denominadas bio-factorías.
¿Por qué decidisteis usar la mosca soldado negra para crear materia orgánica?
Esta especie ha sido seleccionada por su elevada capacidad de conversión, por ser una eficiente conversora de una gran variedad de biorresiduos de diferentes tipos, por permitir la producción industrial en alta densidad y por no ser considerado un insecto que pueda tener un impacto negativo en el medio ambiente.
En cuanto a las aplicaciones de nuestra tecnología para la valorización de biorresiduos, ya han sido testadas con biorresiduos procedentes de la hostelería, biorresiduos vegetales provenientes de cultivos hortícolas, frutos de estrío de cultivos hortícolas o frutales, subproductos de la industria vitivinícola (pieles y sedimentos de levaduras), de la industria cervecera (bagazos y sedimentos de levaduras), biorresiduos obtenidos en la obtención de azúcar de caña, melaza o remolachas, biorresiduos de industrialización de aceite de oliva o aceites provenientes de semillas y biorresiduos provenientes de supermercado y de residuos sólidos urbanos.
¿Consideráis qué es un modelo de negocio arriesgado?
Obviamente debemos estar muy atentos a los riesgos que supone el escalado del proceso y buscar soluciones. Un ejemplo: dada la dispersión de la producción de biorresiduos, debemos ser capaces de deslocalizar la producción en las biofactorías. Para esto debemos ser fuertes y ágiles en nuestra capacidad de diseño, instalación y puesta en marcha de cada una de esas biofactorías, siempre pensando en que estén situadas cerca de la producción del biorresiduo para reducir el impacto económico y medioambiental del transporte del mismo.
¿Cuál es el propósito del proyecto y qué valor creéis que aporta a la sociedad?
El propósito del proyecto ha sido y será el de aportar una solución rentable y sostenible y con impacto social que permita crear un nuevo sector industrial alrededor de la gestión de los biorresiduos orgánicos.
¿Cuáles son las fases del proceso para la obtención del producto final? ¿Cuánto dura cada una?
Podríamos dividir el proceso en 3 fases: La primera, la cría de la mosca, que se realiza en un espacio independiente donde controlamos diferentes parámetros como luz, humedad, temperatura, concentración de CO2, etc., con el objetivo de maximizar la ovoposición.
En la segunda fase alimentamos a las larvas que emergen de los huevos que recogemos en la fase 1. Este proceso puede durar entre 12 y 27 días, dependiendo de lo 'atractivo' que sea el biorresiduo para la larva, controlando, como en la fase 1, condiciones climáticas y de concentración de gases. Finalmente separamos la larva de su detritus, que podrá ser utilizado como fertilizante y la transformamos en diferentes compuestos de interés, como hidrolizado de proteína, grasa y quitina.
¿Os habéis encontrado con mucha competencia en vuestro sector?
Existe competencia, sí. De alguna forma el hecho de que exista competencia es tremendamente positivo, principalmente porque refuerza el sector. Ahora bien, la competencia se constituye como productor primario de larvas de mosca soldado negra, Entomo AgroIndustrial es una empresa de servicios que ofrece soluciones industriales a clientes industriales y Administraciones Públicas.
¿Habéis pensado probar con un tipo de insecto diferente?
Hemos realizado pruebas con otros insectos como el Tenebrio molitor, principalmente pensando en alimentación humana. Es una estrategia que desarrollaremos a futuro.
¿Qué esperáis de Entomo AgroIndustrial en un medio plazo?
Espero consolidar el modelo de forma sostenible, siendo conscientes de que es necesario ir avanzando desde España hacia el resto del mundo. Me preocupa que seamos capaces de crear valor teniendo impacto positivo no solo en el ámbito económico, también en el social y en el ambiental.
¿Qué le diríais a un futuro emprendedor que quiere llevar su camino hacia la circularidad?
Le diría que sea paciente y constante, ahora más que nunca se pone a prueba nuestra capacidad de adaptación, nuestra capacidad para gestionar incertidumbres siendo eficientes. Y sin duda, le diría que luche con todas sus fuerzas para tener un primer piloto, prototipo, producto mínimo viable, etc. Esa es la primera piedra para poder avanzar.
¿Cómo puede reconvertir un emprendedor su negocio en una iniciativa sostenible?
Es complicado generalizar, pero te diría que se debe empezar por identificar aquellos aspectos sobre los que trabajar, valorando la inversión necesaria, el tiempo de ejecución, el impacto, etc. Una vez se tenga una fotografía lo más real posible, llegará el momento de la toma de decisiones.