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Foto: Laura Dionis
Belén Matilla Cortés nació en Madrid, pero desde que era muy pequeña comenzó a vivir en A Coruña. La conocemos por ser socia fundadora de Lúpulo Tecnología de Galicia, (LUTEGA), una cooperativa para la recuperación del cultivo del lúpulo y un ejemplo de emprendimiento basado en la investigación, el desarrollo y la innovación al fomentar actividades de I+D+i en el sector agrario. LUTEGA está ubicada en la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, concretamente en el municipio Betanzos (A Coruña), territorio cuya memoria guarda la historia de la cerveza de nuestro país. Pues, aunque esta es ahora una bebida autóctona más, no fue hasta mediados del siglo XX cuando en España se cultivó lúpulo por primera vez. Sucedió en Galicia, lo que convirtió a la comunidad en la primera zona productora de esta planta trepadora que aromatiza y amarga la cerveza.
En 1945 se constituyó la Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo (S.A.E.F.L.) y, tiempo después, se instaló en Betanzos la primera fábrica española para la recogida y procesamiento del lúpulo. Las dos décadas siguientes comerciar con el “oro verde” se convirtió en la principal fuente de ingresos de la comarca, lo que proporcionó un alto nivel de vida a sus habitantes. Sin embargo, en los años setenta, la provincia de León recoge el testigo de la producción, lo que produjo la desaparición del cultivo de lúpulo en la comunidad gallega.
Foto: HdR
Décadas más tarde, las acciones de difusión y transferencia del conocimiento de los cursos del Centro de Investigación de Mabegondo (CIAM), en colaboración con la Corporación Hijos de Rivera S.A., hicieron que en 2009 surgiese LUTEGA, una cooperativa agrícola que busca la reimplantación del cultivo del lúpulo en Galicia, su transformación y su comercialización entre los principales productores de cerveza. Así, esta iniciativa cuenta con profesionales del mundo agrario e industrial que apuestan por el asociacionismo como filosofía emprendedora.
Cuando en 2009 finaliza el proyecto sobre las posibilidades de recuperación del cultivo de lúpulo en Galicia, Estrella Galicia se fija en LUTEGA, confiándoles las tareas agronómicas de las fincas de cultivos experimentales, siempre bajo la supervisión y apoyo continuo de los investigadores del CIAM. Con los buenos resultados de análisis de calidad del lúpulo obtenido en la reserva de la biosfera, la Corporación Hijos de Rivera se plantea formalmente apoyar iniciativas privadas de cultivo de lúpulo.
Pero no solo han sido las ganas de reactivar la actividad agraria sostenible en el medio rural lo que ha motivado la fundación de la cooperativa, hay una razón aún más personal: Belén, interventora de LUTEGA desde hace más de una década, es hija de Manuel Matilla, ingeniero agrícola y director de la histórica fábrica de lúpulo betanceira. Brota así un emprendimiento verde que tiene su origen en la historia familiar y territorial de su fundadora. Cabe decir que LUTEGA no solo se encarga de suministrar todos los productos necesarios para el cultivo de lúpulo, sino que su personal lleva a cabo trabajos agrícolas mecanizados además de servicios técnicos agronómicos. Además, ofrece un servicio integral de asesoría especializada en el sector agrícola, así como una completa gama de servicios para lograr mayor rentabilidad en la explotación.
Por otra parte, a fin de poner en valor su cultura y la biodiversidad que compone el entorno de la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, LUTEGA ha certificado a través del SICTED la Ruta del lúpulo gallego, un itinerario de ecoturismo que discurre por la 4ª etapa del Camino de Santiago Inglés, concretamente en el tramo que parte de Betanzos y finaliza en la finca de Presedo-Abegondo de LUTEGA. Lo que permite conocer cómo una actividad agrícola puede integrarse en un territorio protegido. Esta actividad de senderismo con parada en una de las fuentes con agua de manantial, recuperadas por el proyecto Life Water, remata con una visita a y una degustación en la plantación de LUTEGA.
Foto: Laura Dionis
1. La planta del lúpulo está imbricada en las ramas de tu árbol genealógico desde que tu padre dirigió la fábrica de Betanzos. ¿Cómo ha influido su trabajo en las mujeres de tu familia?
El cultivo del lúpulo decidió el destino y traslado de mis padres a Betanzos en los años 50. Mi padre era de la comarca leonesa del Órbigo y conoció a mi madre durante su época de estudiante en la Universidad Politécnica de Madrid, cuando cursaba Ingeniería Agrícola. Por su trabajo, mi padre fue destinado a la factoría de lúpulo de Betanzos, que era la primera zona de cultivo en España, luego vinieron la de León, la de Asturias y otras más. Residíamos en la vivienda destinada al ingeniero, en el recinto de las instalaciones de la factoría, cerca de sus laboratorios y del campo de experimentación de variedades.
En verano aquello era un laberinto fantástico para jugar al escondite. El olor del lúpulo siempre estuvo entre nuestros recuerdos de infancia. Somos tres hermanas, y con esta iniciativa nos hemos unido con un objetivo común. Una de mis hermanas dedicó sus trabajos de doctorado al estudio de los edificios factoría de lúpulo y a la influencia económica de este cultivo en los años 50 en la comarca betanceira, actual Reserva de la Biosfera Mariñas-Betanzos. Podemos decir que mi madre actúo como una autentica documentalista porque se acordaba de todo, aunque los antiguos cultivadores y familias lupuleras de la comarca eran la verdadera biblioteca y archivo. Creo que podemos decir que el lúpulo siempre ha estado muy presente en las mujeres de la familia Matilla y en otras de la comarca betanceira. Hoy en día, muchas mujeres pueden disfrutar de una merecida pensión por haber trabajado como peladoras de lúpulo. Antes la pela se realizaba a mano, y la destreza de sus rápidos dedos era muy reconocida.
2. Las mujeres han tenido una labor fundamental en la historia de la cerveza, sin embargo, su rol ha ido cambiando según el contexto que las acompañaba. Así, teniendo en cuenta que LUTEGA surge en pleno siglo XXI, pero que parte de su historia familiar se remonta al siglo anterior, queríamos preguntarte cómo ha cambiado la presencia femenina en la industria cervecera.
La vinculación de la mujer con el sector de la cerveza se remonta a mucho antes. Hay que darle importancia a las primeras que apostaron por esta planta trepadora como, por ejemplo, Hildegarda de Bingen, abadesa benedictina alemana que introdujo el lúpulo en la elaboración. Un hecho que permitió que la cerveza no se estropeara con facilidad en plena Edad Media, cuando no había neveras. Las mujeres en la historia de la cerveza son un claro ejemplo de participación desde la perspectiva de género. Actualmente, la presencia femenina está incardinada en la cultura empresarial de igualdad, como puede verse en los departamentos de I+D+i, de calidad, de producción…
3. ¿Qué beneficios aporta a LUTEGA ser parte de la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo y, al mismo tiempo, qué proporciona la cooperativa a la Reserva?
En LUTEGA creemos que la Reserva de la Biosfera Mariñas-Betanzos es un ejemplo de cómo integar el trabajo que desarrollamos en el sector primario mientras conservamos la naturaleza y preservamos nuestro entorno.
4. ¿Puedes contarnos alguna de las iniciativas de I+D+i más relevantes en las que haya intervenido LUTERA?
Desde siempre nuestra cooperativa ha estado vinculada a las innovaciones en el cultivo y en la conservación del territorio: instalando nuestras plantaciones con modernos sistemas de riego por goteo y fertiriego, con fuentes de energía fotovoltaica; buscando la eficiencia en el uso de los recursos, probando la sustitución de las trepas de cuerdas de plástico por fibras naturales o por plásticos compostables y biodegradables, mecanizando las laborales y contando con los proveedores Km 0.
A medida que íbamos creciendo y contando con personal especializado hemos podido participar en proyectos de I+D+i, siempre de la mano de nuestros mentores gallegos: el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo, la USC/Campus Terra, el Grupo de Desarrollo Rural GRD 23 y la Corporación Hijos de Rivera. En 2018 fomentamos la unión con los cultivadores de León, y en 2019 juntos pusimos en marcha el Grupo Operativo Supra-autonómico Lúpulos de Calidad, en el que estuvimos acompañados por los tres Centros de Investigación de las principales autonomías con cultivo de lúpulo: Castilla y León, Galicia y País Vasco; también de las Universidades volcadas en la investigación: ULE y USC; y los agentes del territorio GDR 23 (Mariñas-Betanzos) y GDR Porma (Comarca Órbigo). Desarrollamos un importante proyecto de investigación desde 2019 a 2021, que hoy todavía pervive con una fuerte unión entre todos los socios. En 2022 hemos sido los promotores de la primera Asociación de cultivadores de ámbito estatal, ejerciendo la presidencia de la misma. La investigación y el desarrollo no deben parar.
5. En 2004 Estrella Galicia puso en marcha el proyecto de recuperación del lúpulo gallego para rescatar los sabores tradicionales de la cerveza autóctona. ¿Cómo ha sido la relación entre vuestra cooperativa y esta reconocida empresa gallega dedicada a la producción y distribución de cerveza?
Estrella Galicia quería celebrar su centenario 1906-2006 con la edición especial de una cerveza que tuviese los sabores del pasado. Apostó con un proyecto innovador, volviendo a plantar lúpulo en su territorio histórico y ayudándose de investigadores que tenían aquel conocimiento de antaño. Don José Mª Rivera Corral, propietario y fundador de Estrella Galicia, fue uno de los impulsores del cultivo de la variedad Golding, traída del Condado de Kent Inglaterra, él mismo realizaba ensayos en una finca experimental ubicada en los jardines de la fábrica coruñesa. Los agricultores betanceiros hicieron caso a su instinto.
El lúpulo es una planta herbácea perenne y trepadora que durante el primer año afianza su crecimiento radicular y que ya en el segundo comienza a dar producción. Es por eso que los ensayos comenzaron en 2004, aunque fue en 2009 cuando se dieron a conocer los resultados del proyecto. En ese momento LUTEGA reconoce un nicho de mercado en el que se puede trabajar en conjunto. La colaboración con una gran empresa como Estrella Galicia requiere profesionalizarnos mucho, y siempre encontramos en su equipo toda la ayuda necesaria.